Los medicamentos antipalúdicos, también conocidos como antipalúdicos, están diseñados para prevenir o curar la malaria. Dichos medicamentos pueden usarse para algunos o todos de los siguientes:
Tratamiento de la malaria en personas con infección presunta o confirmada Prevención de la infección en individuos que visitan una región endémica de la malaria que no tienen inmunidad (profilaxis contra la malaria) Tratamiento intermitente de rutina de ciertos grupos en regiones endémicas (terapia preventiva intermitente)
Algunos agentes antipalúdicos, particularmente la cloroquina y la hidroxicloroquina, también se usan en el tratamiento de la artritis reumatoide y la artritis asociada al lupus. La práctica actual en el tratamiento de casos de malaria se basa en el concepto de terapia de combinación (por ejemplo, Coartem), ya que ofrece varias ventajas, incluyendo un menor riesgo de fracaso del tratamiento, menor riesgo de desarrollar resistencia, mayor comodidad y efectos secundarios reducidos. Se recomienda la confirmación parasitológica inmediata por microscopía, o alternativamente por pruebas de diagnóstico rápido, en todos los pacientes con sospecha de malaria antes de comenzar el tratamiento. El tratamiento únicamente basado en la sospecha clínica solo debe considerarse cuando no se puede acceder a un diagnóstico parasitológico. [Malaria] |